En un artículo para The Miami Herald, la activista cubana Rocío Baró Guerra aborda el lamentable estado de la sanidad en Cuba, esclareciendo las dificultades a las que se enfrenta el pueblo cubano, especialmente a raíz del COVID-19. Mientras la pandemia asolaba la ciudad costera de Matanzas en el verano de 2021, provocando un colapso sanitario, Guerra relata los esfuerzos personales de los cubanos para mitigar el sufrimiento a través de redes sanitarias de base.
En medio de las mayores manifestaciones antigubernamentales de la historia posrevolucionaria de Cuba, espoleadas por la crisis sanitaria y las terribles condiciones de vida, los cubanos, tanto en la isla como en el extranjero, se movilizaron de una forma sin precedentes. “Mientras los manifestantes gritaban en las calles, los que estábamos en el salón de mi casa estábamos decididos a ayudar a nuestros compatriotas cubanos de la mejor manera posible”, relata Guerra, destacando el surgimiento espontáneo de redes humanitarias de voluntarios. Estas redes, muy anteriores a las protestas de 2021, se convirtieron en cruciales para la entrega de suministros médicos y ayuda, organizadas por la diáspora cubana, principalmente desde Miami y Madrid.
Guerra profundiza en los entresijos operativos de estas redes, describiendo cómo se recogen y distribuyen en Cuba medicamentos sin receta, artículos de higiene y alimentos. Las redes operan a través de las plataformas de mensajería, garantizando que la ayuda llegue a los más necesitados. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la escasez de medicamentos y suministros médicos sigue siendo grave, lo que lleva a muchos a recurrir a las redes sociales en busca desesperada de artículos esenciales para procedimientos médicos.
Las recientes protestas en Santiago de Cuba ponen de manifiesto las persistentes dificultades a las que se enfrentan los cubanos, no sólo en lo que respecta a la atención sanitaria, sino a las condiciones de vida en general. Guerra critica las equivocadas prioridades de inversión del gobierno cubano y aboga por una reorientación de los fondos del turismo a la atención sanitaria y las necesidades básicas. “Hay que aumentar la cantidad de dinero invertido en sanidad para aliviar el sufrimiento del pueblo cubano, porque aunque las redes clandestinas ayuden a mucha gente, esto no es más que una tirita”, afirma.
Reflexionando sobre el contexto histórico, Guerra señala que el antaño célebre sistema sanitario cubano, sostenido por subvenciones soviéticas, ha decaído drásticamente desde los años noventa. El colapso del socialismo soviético y los problemas económicos subsiguientes han provocado una importante degradación de la calidad de la atención sanitaria, agravada por la pandemia.
Asimismo, pide una reevaluación de las prioridades de los dirigentes cubanos, instando al gobierno a abordar la crisis sanitaria, escuchar a los marginados económica y políticamente y liberar a los presos políticos de las manifestaciones Patria y Vida del 11 de julio de 2021. “El gobierno cubano tiene que demostrar que el bienestar de su pueblo es una prioridad”, subraya la activista.
VI Premio de Periodismo “Editorial Hypermedia”
Por Hypermedia
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Categorías: Reportaje, Análisis, Investigación y Entrevista.
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