Los días de San Valentín de hoy, no son los mismos de antes, en La Habana del asombro, en La Habana-regazo.
Los días de San Valentín de hoy, no son los mismos de antes, en La Habana del asombro, en La Habana-regazo.
Esa especie de traición que sentimos al llegar a Europa, donde un mango no es un mango; las uvas, naranjas y mandarinas no tienen semillas; y los aguacates caben en un puño.
‘Ábrete eso’, le pedí. Y lo hizo. Soy un adicto a los labios menores. ‘Qué mal tú me pones’, reveló.
“Este libro publicado por Casa Vacía es, sin lugar a dudas, un epitafio, el del propio Jorge Enrique o el secreto mejor guardado de la literatura cubana”.
“Y
Durante años, tuve muchísimo miedo de mencionar la carta. Los amigos íntimos de Mendieta me habían contado muchas historias aterradoras sobre el Sr. Andre. Nunca lo había conocido, pero sabía que era un famoso artista anglosajón, que también podía ser un asesino.
De las hábiles manos de Nicolás no sólo salían las piñatas para los cumpleaños de todos los chamas de la cuadra, sino también, ¡maravilla de maravillas!, modelos en madera de barcos y aviones, a escala y con lujo de detalles.
‘Distintos modos de contar ovejas’ es una entrega de la serie ‘Epizootia’, una columna de la artista Camila Ramírez Lobón en ‘Hypermedia Magazine’.
“No la interrumpo / dejo que pinte / todo / lo que se vuelve tangible./ Me asusto / y respiro / para saber / si aún / soy espesor”.
“Cuba es mi primer candidato de país libre. Al menos los comunistas no se desgastan en tanta quitadera y ponedera de estatuas. Un amigo que viajó hace poco me dijo que en La Habana hay hasta una avenida que lleva el nombre del General Lee. Increíble, ¿sabes si es cierto?” Hice un gesto de quizás, quizás, quizás…
Es el viaje. El chemsex. El Ácido. La Heroína. El Opio. La Ketamina. El Éxtasis. El Popper. Es el culo abriéndose en 90 segundos como una amapola. Es la ONU concediendo a un ciudadano 90 segundos de discurso para denunciar toda una vida de violencia y maltrato.
Copié hace una semana 80 gigas de pornografía y ya los vi dos veces. Altísimo. No me importa si el ruido llega a los vecinos. Hoy estuve el día entero viendo South Park, aquellos muñequitos de cuatro niños gringos y burlones. Quién pudiera tener la libertad de reírse así de todo, sin atentar contra las buenas costumbres y la moral social.
Usted no necesita suplicar a productoras nacionales o a medios de difusión masiva para que valoren, promocionen o distribuyan su obra. En Sony, usted tiene un lugar garantizado. Aquí nadie va a robarle nada: ni electricidad, ni agua, ni conexión a Internet; mucho menos, sus derechos de expresarse libremente como artista.