Dejar solo el templo en los días de fiesta es desertar de las banderas de la patria; y ¡de la patria puede tal vez desertarse, mas nunca en su desventura!
Dejar solo el templo en los días de fiesta es desertar de las banderas de la patria; y ¡de la patria puede tal vez desertarse, mas nunca en su desventura!
Según la Autoridad Palestina, que gobierna partes de Cisjordania ocupada, 137 de los 193 miembros de la ONU ya reconocen un Estado palestino.
Escribir es diseñar el destino, apresurarlo, convocarlo y hasta planificarlo, dentro de eso que los físicos místicos denominan ‘conciencia no local’.
El ODC alerta sobre las complicidades tácticas que están dispuestos a llevar adelante determinados agentes de influencia que instrumentan el arte para encubrir las demandas de una mayoría silente.
Y yo, bueno, yo lo sabía todo sobre ‘One Piece’.
Algunos más parecen pujar como parturientas que gruñir y resoplar como todo buen quemador que se respete.
Las conexiones entre la ciencia ficción y la ciencia son múltiples. La literatura y el cine adelantaron descubrimientos que cambiaron la humanidad.
Todos los caminos conducen a Cuba. Todo es lo mismo, aunque tenga mejor maquillaje.
La ironía es que, en el fondo, él ama ese país como muy pocos de su generación lo aman. Estoy seguro.
Vergüenza, inconformidad, culpa, miedo, son algunas de las emociones que se generan en el sujeto preso.
Ahora Martí convertido en tatuaje, convertido en dibujo seductor, jugaba de nuevo un papel fundamental.
No se reduce a reconocerlos ni a desconocerlos, sino a evitar que sean factores de contagio: que no sean conductores de juventudes y tengan el menor contacto posible con la niñez que surge.
Estamos hablando de una pintura contra el fin de la humanidad. Una alarma sublime y esperanzada.
El ascenso de Turquía en la geopolítica mundial plantea retos a las democracias occidentales y obliga a reevaluar las alianzas.
“No tocar” a Fidel Castro, como ordena el mandato estatal, supone mantenerlo en un circuito público controlado donde no tiene lugar la crítica; un circuito higienizado y “securitizado”, a prueba de riesgos, atravesado por la retórica de la amenaza y el control de daños.
En casa de un amigo, estaba hablando sobre la censura de mi obra Los enemigos del pueblo. No recuerdo cómo se coló el tema. Una mujer mayor estaba de visita. Cuando mencioné el Remolcador 13 de marzo, su memoria se disparó. Lo primero que me dijo fue: “Qué tristeza que los jóvenes en este país tengan miedo”.