Recientes conversaciones entre el viceministro de Deportes y Turismo de Bielorrusia, Oleg Andreychik, y el embajador de Cuba en Bielorrusia, Santiago Pérez Benítez, han puesto de actualidad el tema de la cooperación turística cubano-bielorrusa. Esta reunión, de la que informa BELTA, se centró en la mejora de los flujos turísticos entre ambos países, con la participación de organismos gubernamentales y turoperadores nacionales. Sin embargo, este acontecimiento plantea varias cuestiones críticas en el contexto de las actuales luchas económicas de Cuba.
El turismo como interés mutuo
El viceministro bielorruso, Oleg Andreychik, hizo hincapié en la necesidad de la cooperación en materia de marketing y la ampliación de la colaboración de los operadores turísticos entre Bielorrusia y Cuba. Afirmó con orgullo que Bielorrusia recibió alrededor de 6 millones de turistas extranjeros en 2023 y expresó su deseo de ofrecer una experiencia turística única, destacando los bellos parajes naturales, la rica historia y la acogedora cultura del país.
Por su parte, el embajador Benítez destacó el doble objetivo de atraer turistas bielorrusos a los centros turísticos cubanos y fomentar el interés de los cubanos por visitar Bielorrusia. Esto indica un interés mutuo en potenciar el turismo como medio de intercambio económico y cultural.
Desafíos y especulaciones
En medio de estas proyecciones optimistas, se ciernen algunas preocupaciones. La principal es la viabilidad de un aumento del turismo cubano a Bielorrusia, teniendo en cuenta la actual crisis económica de Cuba. Surgen preguntas sobre cómo los ciudadanos cubanos, que se enfrentan a dificultades económicas, podrán permitirse viajes internacionales.
Además, se especula sobre las intenciones subyacentes de este acuerdo. ¿Se trata de un intento serio del gobierno cubano de fomentar el turismo bilateral o de un movimiento estratégico para atraer turistas bielorrusos a Cuba? Esto último podría verse como un esfuerzo por inyectar divisas en la economía cubana, que atraviesa dificultades.
A medida que el plan de trabajo para la cooperación turística bielorruso-cubana vaya tomando forma, la eficacia y el impacto real de estas discusiones serán observados de cerca. Los beneficios potenciales para ambos países son evidentes, pero la viabilidad y las intenciones de esta iniciativa, especialmente desde la perspectiva cubana, siguen siendo objeto de debate y escrutinio en medio de sus retos económicos.
Al descubierto la complicidad de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas con el tráfico de drogas
“Por ahora, solamente le puedo confirmar que necesitamos todos los dólares que podamos conseguir”, dijo el coronel Antonio de la Guardia.
