En medio de su campaña presidencial de 2024, Robert F. Kennedy Jr., un nombre sinónimo de la realeza política estadounidense, ha citado con frecuencia su histórico legado familiar. Sin embargo, sus perspectivas y acciones con respecto a Cuba contrastan fuertemente con las posturas anticomunistas famosas de su padre y su tío, revela Joseph Simonson en The Washington Free Bacon.
El compromiso de Kennedy con Cuba, señala el periodista, comenzó en 1996 como parte de una delegación del Consejo Nacional para la Defensa de los Recursos, centrada en cuestiones medioambientales. Sus visitas de regreso, incluido un notable viaje en 2014, destacaron sus opiniones favorables hacia el sistema sanitario socialista de la isla, que según él produce ciudadanos más sanos en comparación con Estados Unidos.
En una reveladora entrevista de noviembre de 2023, Kennedy rememoró sus interacciones con Fidel Castro, describiendo al difunto líder cubano como “increíblemente encantador”, afirma Simonson. Compartió anécdotas personales de sus conversaciones, incluidos los intentos de Estados Unidos de asesinar a Castro, un punto histórico profundamente entrelazado con el pasado de su familia. En particular, estos planes de asesinato fueron concebidos durante el mandato del presidente John F. Kennedy, en el que Robert F. Kennedy Sr., padre de RFK Jr. desempeñó un papel fundamental durante la tensa crisis de los misiles cubanos de 1962, recuerda el periodista.
La afinidad de Kennedy con los dirigentes cubanos y sus críticas a la política estadounidense hacia Cuba podrían complicar su candidatura como tercer partido a la presidencia, considera el artículo publicado por The Washington Free Bacon. Sobre todo, a la hora de atraer a los votantes republicanos. A pesar de ser demócrata de toda la vida, Kennedy ha contratado estratégicamente a personal de otras campañas políticas, como un antiguo miembro de alto nivel de la campaña de Vivek Ramaswamy, para ampliar su atractivo entre el electorado conservador.
Profundizando aún más en su controvertida postura, Kennedy afirma que sus conversaciones con Castro influyeron en la decisión de Cuba de no desarrollar una central nuclear, optando en su lugar por tecnologías energéticas alternativas introducidas por Kennedy.
Las conexiones familiares de Kennedy con Cuba se extendieron más allá de los diálogos políticos, sostiene el periodista. Después de su viaje de 2014, compartió momentos pasados buceando con sus hijos frente a la costa cubana, una experiencia poco común para los estadounidenses antes de que la administración Obama aliviara las restricciones de viaje en 2016. Sus hijos también establecieron lazos personales con Castro, recibiendo correspondencia detallada de él, lo que subraya una relación diplomática significativa, aunque poco convencional.
Añadiendo complejidad a su narrativa, la salud de Kennedy se convirtió en un tema de preocupación cuando se reveló que un parásito había comprometido su cerebro durante viajes anteriores, planteando preguntas sobre los posibles efectos cognitivos a largo plazo, apunta el artículo.
Mientras RFK Jr. sigue en campaña, sus divergentes puntos de vista sobre Cuba representan una desviación de la doctrina política tradicional de los Kennedy, haciendo hincapié en un enfoque que entrelaza la historia personal con el discurso geopolítico contemporáneo. Queda por ver si esto tendrá eco entre los votantes en el próximo enfrentamiento electoral.
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