El ex presidente Donald Trump ha salido victorioso en las primarias republicanas de New Hampshire, derrotando decisivamente a Nikki Haley. Esta victoria sitúa a Trump al frente de la carrera por la nominación presidencial republicana por tercera vez.
Associated Press y varias cadenas de televisión daban la victoria a Trump poco después del cierre de las urnas. Los primeros resultados y las encuestas indicaban una clara ventaja para Trump, que obtuvo el 55% de los votos frente al 44% de Haley, con tres cuartas partes de los votos escrutados.
En el frente demócrata, el presidente Biden consiguió una fácil victoria a pesar de su ausencia en la papeleta. El Partido Demócrata había optado por saltarse New Hampshire, comenzando sus primarias el mes que viene en Carolina del Sur. Sin embargo, los partidarios de Biden orquestaron una fuerte campaña por escrito, dominando los resultados parciales. Se espera que el recuento final de los votos demócratas se retrase hasta el miércoles, debido al tiempo adicional necesario para contar los votos escritos.
La campaña de Biden emitió un comunicado centrado en las implicaciones de los resultados de New Hampshire, afirmando: “Los resultados de esta noche confirman que Donald Trump tiene prácticamente asegurada la nominación del Partido Republicano, y que el movimiento MAGA, que niega las elecciones y se opone a la libertad, ha completado su toma de control del Partido Republicano”.
A pesar de que sólo han votado dos estados y se ha asignado una pequeña fracción de los delegados, la victoria de Trump en New Hampshire pone de relieve su presencia dominante dentro del Partido Republicano. Incluso antes de las primarias, varios republicanos de alto nivel instaron a Haley a abandonar la carrera.
Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y embajadora ante la ONU, se mantuvo desafiante y pronunció un animado discurso en el que cuestionó la aptitud mental de Trump y advirtió de que su renominación podría conducir a una derrota republicana. Haley criticó la trayectoria de Trump, citando continuas controversias y derrotas en elecciones clave bajo su liderazgo.
Trump, alejándose del típico discurso de noche electoral, criticó duramente a Haley, tachándola de “impostora” y sugiriendo que debería retirarse de la carrera. Enfatizó su enfoque en Biden, declarando: “El partido está muy unido excepto por ella”.
Nuevo Hampshire era un campo de batalla crucial para Haley debido a su base de votantes moderados e independientes. Los sondeos preliminares a pie de urna indicaban un mayor porcentaje de votantes moderados en comparación con Iowa, donde Trump había ganado anteriormente de forma convincente.
A pesar de los esfuerzos de Haley y del respaldo del gobernador republicano de Nuevo Hampshire, Chris Sununu, su campaña se quedó corta. Trump mantuvo un fuerte apoyo en las zonas rurales y obreras, asegurándose la victoria, aunque no de manera abrumadora.
La pequeña localidad de Dixville Notch, conocida por su tradición de votar a medianoche, fue un punto brillante para Haley, donde recibió el apoyo unánime de sus seis votantes. Sin embargo, este éxito inicial no se tradujo en un apoyo más amplio en todo el estado.
La importancia de Nuevo Hampshire en el proceso de nominación presidencial está bien establecida, y la carrera republicana de este año se siguió de cerca como un posible punto de inflexión. La victoria de Trump se produce tras su victoria en Iowa y la posterior retirada del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de la carrera, lo que deja a Haley como rival de Trump en las primarias.
En los días previos a las primarias, Haley y Trump protagonizaron intercambios cada vez más acalorados. Haley se centró en los desafíos legales y las tácticas divisivas de Trump, mientras que votantes como Matt LaBrake, partidario de Trump, elogiaron su enfoque directo.
Por el contrario, votantes como Dolores Deneault expresaron su apoyo a Haley, buscando un nuevo liderazgo y expresando su preocupación por el comportamiento de Trump y sus problemas legales.Concluidas las primarias de Nuevo Hampshire, la atención se centra en las próximas contiendas, con Trump consolidando su posición como favorito republicano y la campaña de Biden preparando el terreno para una posible revancha en las elecciones generales.
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