En las primeras horas de hoy, un ataque con dron ha sacudido el centro de Moscú, alcanzando un edificio en el terraplén de Krasnopresnenskaya. Este ataque ha sido el último de una serie que tiene como objetivo la capital rusa.
Según un informe de la BBC, las autoridades rusas se apresuraron a señalar a Ucrania, acusando al país vecino de iniciar el ataque con drones. El impacto de la explosión resonó en el distrito comercial de Moscú, generando una oleada de preocupación y atención.
El alcalde Sergei Sobyanin confirmó que las defensas aéreas de la ciudad interceptaron el dron, cuyos restos se esparcieron por el Expo Center. No se trata de un incidente aislado; en los últimos meses se han producido una serie de ataques con drones contra Moscú.
Varias publicaciones en las redes sociales mostraban lo que parecía ser una espesa humareda gris que se extendía por el horizonte nocturno de Moscú. Por el momento, las autoridades ucranianas no han confirmado ni desmentido su implicación en el ataque.
El Ministerio de Defensa ruso se hizo eco del incidente a través de Telegram. Al parecer, tras activarse las defensas antiaéreas de la ciudad, el dron cambió su trayectoria y se estrelló contra un edificio no residencial en el terraplén Krasnopresnenskaya. Esta zona de Moscú alberga varias estructuras gubernamentales. Afortunadamente, en un primer momento no hubo que lamentar víctimas.
El Expo Center, situado a escasos 5 km del Kremlin, es un importante centro de convenciones y conferencias. Un transeúnte que se encontraba en las inmediaciones relató a la agencia de noticias Reuters la formidable explosión provocada por el ataque. Mientras el Ministerio de Defensa ruso afirmaba que los escombros no habían provocado un incendio, el alcalde Sobyanin declaraba que el ataque con drones no había infligido daños significativos al establecimiento.
Sin embargo, Tass, una agencia de noticias estatal, informó de una versión contraria, afirmando que un muro exterior del Expo Center se derrumbó parcialmente, afectando a una superficie de unos 323 pies cuadrados. Tras este incidente, el aeropuerto moscovita de Vnukovo suspendió temporalmente sus operaciones, pero las reanudó poco después.
Históricamente, Moscú ha permanecido indemne al conflicto en curso en Ucrania. Sin embargo, la situación parece haber cambiado en los últimos meses, con múltiples ataques de aviones no tripulados contra la ciudad. En particular, el 30 de mayo, varias infraestructuras sufrieron daños debido a los ataques de drones. En una preocupante repetición, los drones se estrellaron contra la fachada de cristal de un rascacielos, muy cerca del Centro de Exposiciones, en dos días consecutivos, el 30 y el 31 de julio.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, comentó estos incidentes, sugiriendo que el conflicto estaba “volviendo al territorio de Rusia”, calificándolo de justa progresión.
Curiosamente, apenas unas horas antes del reciente ataque de Moscú, el Ministerio de Defensa ruso reveló la destrucción de un dron marítimo ucraniano que había intentado apuntar a la flota naval rusa en el Mar Negro.
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