En un movimiento fundamental aclamado por los observadores internacionales, Estados Unidos, bajo la presidencia de Joe Biden, ha desempeñado un papel crucial en la salvaguarda de la democracia en América Latina, particularmente en Guatemala. Esta intervención se produce en un momento en que la región se enfrenta a crecientes tendencias autoritarias y agitación política.
El apoyo de Estados Unidos al proceso democrático de Guatemala
Según Benjamin N. Gedan, en un artículo publicado en Project Syndicate, los esfuerzos de la administración estadounidense por facilitar la toma de posesión del presidente guatemalteco Bernardo Arévalo, en medio de los intentos de subvertir su aplastante victoria electoral, señalan un renovado compromiso estadounidense con los ideales democráticos globales. Esta postura es especialmente significativa dada la reciente historia de agitación política e inclinaciones autoritarias de Guatemala.
La lucha de Guatemala contra la corrupción y el autoritarismo
Las instituciones democráticas de Guatemala han enfrentado severos desafíos desde 2019, comenzando con la expulsión del ex presidente Jimmy Morales de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). La represión de Morales contra los profesionales del derecho que investigaban la corrupción provocó miedo y represión generalizados en el país. Esta espiral descendente continuó bajo su sucesor, Alejandro Giammattei, marcada especialmente por el encarcelamiento del periodista José Rubén Zamora por cargos dudosos.
El ascenso de Bernardo Arévalo
En este contexto de represión política, la victoria electoral de Bernardo Arévalo fue una sorpresa, reconoce Benjamin N. Gedan. A pesar de la inhabilitación de varios candidatos potenciales y de que el panorama político predominante favorecía el statu quo, Arévalo, que se presentaba con una plataforma anticorrupción, salió victorioso. Su victoria se consideró un cambio significativo en el panorama político de Guatemala, sobre todo por la importancia histórica de su familia en los movimientos democráticos del país.
El papel de Estados Unidos y sus implicaciones internacionales
El rápido reconocimiento y apoyo de la administración Biden a la presidencia de Arévalo, junto con las sanciones contra funcionarios guatemaltecos implicados en corrupción y actividades antidemocráticas, subrayan la importancia estratégica de Guatemala en el contexto más amplio de la política latinoamericana. Esta postura de EE.UU. se produce en medio de un escenario regional marcado por el ascenso de regímenes autoritarios en países como Cuba, Nicaragua, Venezuela y la reciente crisis política en Brasil.
Crisis migratoria e intereses de EE.UU.
La inestabilidad política en América Latina, exacerbada por el declive de las normas democráticas, ha alimentado una importante crisis migratoria, en la que Estados Unidos recibe cifras récord de inmigrantes, entre ellos un número considerable procedentes de Guatemala. El establecimiento con éxito del gobierno de Arévalo podría ser fundamental para abordar algunos de estos problemas migratorios.
Lo que vendrá
A pesar del éxito inicial en evitar una crisis durante la toma de posesión de Arévalo, aún quedan retos importantes. La agenda anticorrupción del nuevo presidente se enfrenta a la oposición de poderosas élites corruptas, y el apoyo continuado de Estados Unidos se considera crucial para la supervivencia de las instituciones democráticas en Guatemala.
Reflexiones sobre el papel histórico de EE.UU. en América Latina
Los recientes acontecimientos también ponen de relieve la implicación histórica de Estados Unidos en la política latinoamericana, sostiene el analista, a menudo empañada por el apoyo a regímenes no democráticos e intervenciones, como ejemplifica el papel de Estados Unidos en el golpe de Estado chileno de 1973. Este telón de fondo hace que la postura de la actual administración en Guatemala se aleje notablemente de algunas prácticas del pasado.
Una prueba para el compromiso de EE.UU. con la democracia
El desarrollo de la situación política en Guatemala representa una prueba crítica de la dedicación de Estados Unidos a apoyar y defender los valores democráticos en el extranjero. El resultado de esta prueba tendrá probablemente implicaciones de largo alcance, no sólo para Guatemala o América Central, sino para todo el hemisferio occidental.
Benjamin N. Gedan, ex director para América del Sur del Consejo de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Barack Obama, es director adjunto del Programa para América Latina del Wilson Center y profesor adjunto en la Universidad Johns Hopkins.
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