En medio de la escalada de hostilidades entre Israel y Hamás, con un balance de 1100 muertos, el primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió sobre un conflicto de larga duración. Esto se produce tras el ataque más grave contra Israel de los últimos 50 años.
Ola de ataques y contraataques
En la reciente oleada de violencia, los militantes sembraron el caos en un festival de música, con el resultado de más de 200 jóvenes muertos, e instigaron secuestros masivos, que afectaron tanto a ancianos como a familias. Estos sucesos han perturbado significativamente la paz y la comodidad reinantes que muchos israelíes habían llegado a apreciar.
Mientras Israel prosigue su campaña de bombardeos sobre Gaza, y Hamás responde del mismo modo, está claro que ninguna de las partes está dispuesta a un alto el fuego. En consecuencia, Netanyahu ha declarado formalmente que Israel está “en guerra”.
El caos generalizado se ha cobrado la vida de unos 700 israelíes, 44 de ellos soldados. Por el contrario, en Gaza, el número de muertos asciende a 413, con otros 2000 heridos.
Para complicar aún más la situación, más de 100 israelíes han sido secuestrados y se encuentran retenidos en Gaza. Hamás y el grupo más pequeño Yihad Islámica han reivindicado la autoría de los secuestros y han declarado su intención de intercambiarlos por prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Impacto regional e implicaciones
Las repercusiones del conflicto ya se dejan sentir a escala regional. En un acto de solidaridad con los palestinos, Hezbolá, un grupo militante con base en Líbano, afirmó haber atacado puestos israelíes en las granjas de Shebaa. Esta acción intensifica la preocupación por la posibilidad de que el conflicto se extienda más allá de las partes enfrentadas.
Los esfuerzos de la administración Biden y otras potencias occidentales por mediar y lograr una resolución han sido hasta ahora en vano.
La reciente incursión de Hamás en Israel, con la participación de 1000 combatientes, sugiere un nivel de planificación y sofisticación que ha cogido a Israel desprevenido. Esto ha suscitado dudas sobre posibles fallos de inteligencia en Israel, especialmente dada su extensa red en los territorios palestinos.
Estados Unidos ha informado de recientes reuniones entre altos cargos de Hamás y Hezbolá con dirigentes iraníes, lo que apunta a una posible colaboración para atacar Israel. Estos acontecimientos suponen un nuevo escrutinio sobre Netanyahu, que ha estado intentando estrechar lazos con las naciones árabes, especialmente a la luz de los recientes acuerdos firmados con Bahréin y los EAU.
Civiles atrapados entre dos fuegos
Gaza, que ya sufría debido a la escasez de recursos, se enfrenta ahora a condiciones aún más duras con el corte del suministro eléctrico por parte de Israel. La situación humanitaria parece sombría, con informes de residentes que huyen de las zonas cercanas a las fronteras y se trasladan a la ciudad de Gaza debido a posibles incursiones terrestres de Israel.
Los esfuerzos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, por proporcionar refugios se han visto interrumpidos por los impactos directos, lo que complica aún más la situación.
El audaz asalto de Hamás ha recordado conflictos pasados, sobre todo el ataque por sorpresa de Egipto y Siria en 1973 durante el Yom Kippur. Un conflicto que duró 20 días y que sirve de crudo recordatorio de la gravedad de la situación actual.
Las tumultuosas relaciones entre Israel y Hamás han sido una fuente de tensión constante en la región. Aunque ambas partes llevaban 2 años y medio de hostilidades a gran escala, el conflicto actual ha reavivado viejas heridas, poniendo en entredicho la posibilidad de una paz duradera en un futuro próximo.
La pastilla: 01×06. Cuba: la economía invisible
¿Cómo se enriquecen los militares y dirigentes cubanos? Reunión de empresarios en Miami, ¿quiénes participaron? La historia cubana de los actos de repudio. Y los gusanos y la ciencia, en esta, nuestra pastilla.
