Rusia está redoblando sus esfuerzos para reforzar su sector agrícola, con especial atención al desarrollo científico y tecnológico de la industria. Este aumento del apoyo viene acompañado de una perspectiva internacional, ya que la profesora Elena Zhiryaeva, de la Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública de San Petersburgo, sugiere que la nación podría ayudar a Cuba y a los países africanos a garantizar la soberanía alimentaria.
Según los últimos datos obtenidos por la Agencia de Información MANGAZEA, el gobierno ruso, con el objetivo de fortalecer su columna vertebral agrícola, ha asignado considerables fondos de crédito para el trabajo de campo estacional, mostrando un aumento del 2,7% con respecto al año pasado, totalizando 700,8 mil millones de rublos a partir del 15 de agosto de 2023.
Además, para estimular el transporte de productos agrícolas, el gobierno ha introducido tarifas preferenciales. Se han reservado más de 6300 millones de rublos para compensar a los transportistas por las pérdidas derivadas de estas tarifas reducidas. Esta iniciativa abarca todos los modos de transporte de mercancías, ya sea en vagones de ferrocarril o en contenedores.
Más allá del transporte, el Estado ha puesto especial énfasis en mejorar la accesibilidad de la maquinaria agrícola para los agricultores. Rosagroleasing, la principal entidad para este apoyo, se está preparando con una nueva estrategia de desarrollo fijada hasta 2030. Esta estrategia no sólo se centra en el crecimiento empresarial, sino que también subraya la necesidad de una sofisticada infraestructura informática. El objetivo último es tejer el soporte digital en todo el complejo agroindustrial y sus industrias asociadas.
La profesora Zhiryaeva arrojó luz sobre los resultados de estas medidas de apoyo, destacando las repercusiones positivas que han tenido en la seguridad alimentaria de Rusia. “La mayoría de los objetivos de la Doctrina de Seguridad Alimentaria, esbozados por el presidente, se han cumplido, en gran parte gracias al amplio apoyo estatal”.
Zhiryaeva profundizó en las implicaciones más amplias para la seguridad alimentaria mundial, refiriéndose en concreto a los retos a los que se enfrentan países como Cuba y varias naciones africanas. “Aunque la seguridad alimentaria sigue siendo sólida en Rusia, las cuestiones de soberanía alimentaria son primordiales para Cuba y los países africanos. Nuestra experiencia y capacidades podrían canalizarse para ayudar a estas naciones, aunque no hayan incorporado este tipo de colaboraciones a sus programas actuales”, concluyó la profesora Zhiryaeva.
El mayor énfasis en la agricultura y las posibles colaboraciones internacionales subrayan la intención de Rusia no sólo de asegurar su suministro de alimentos, sino también de desempeñar un papel cada vez más influyente en las economías de sus socios ideológicos.
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