#reinicioenfrío con Dayana Trigo Ramos

Día 6/10 del #reinicioenfrío con jóvenes artistas: un intercambio puntual sobre sus operatorias. Esta vez he seleccionado a Dayana Trigo Ramos.




Abordar la arquitectura parece clave en tu metodología, incluso sin ser el tópico de algunas piezas. Viene al caso desde los propios emplazamientos. ¿El feeling con el espacio se da ante todo por su configuración?

Me acerco al espacio de diferentes maneras. No suelo explicar lógicamente estas relaciones en mi proceso de trabajo, tiendo más a argumentos —como has anotado— que podrían entenderse como feeling.

La proximidad que crean algunas de mis piezas con el espacio, con procedimientos de la arquitectura o con ramas vinculadas a ella, se ha dado poco a poco. Comencé proyectando una “casa” triangular (Bajo el vórtice, Proyecto Ciudad Generosa, Colectivo Cuarta Pragmática), pensada como una porción que se singulariza; que, siendo parte de una experiencia de grupo, se añade o se sustrae a la pluralidad, sin abandonar sus aspectos particulares. En esta pieza se recrean los espacios habituales de la casa, mezclados a partir de relaciones objetuales imprevisibles.

Ahora, después de algunos años, puedo decir que a partir de aquel trabajo tomaron intensidad mis inquietudes respecto al espacio: cómo puede ser proyectado, habitado, construido o interpretado con una visión arquitectónica. Reflexiones en torno al modo en que se edifica un espacio desde la línea, y cómo esta despliega una estructura y permite concebir relaciones espaciales en distintos planos, física e imaginariamente. Esto es algo que todavía ocupa mi atención.

Paulatinamente, estos modos se han mezclado a otras ideas provenientes de la lectura, de la música, las conversaciones… Y en su reunión, el espacio ha llegado a tomar un cuerpo conceptual en mi trabajo que se ha formulado en conceptos como el de sujeto-rincón: una distinción que explora cómo el sujeto habita su espacio vital, cómo se enraíza en un rincón del mundo. A partir de esto he desarrollado una serie de ideas que cobijan muchos de mis impulsos y pensamientos, convirtiéndose en un recurso desmontable, equiparable a la casa de Jean Prouvè, o al Museo Arqueológico de Kalkriese, de Gigon y Guyer.

En mi trabajo, estos ensamblajes han ido creciendo junto conmigo; se han ramificado y adherido a todo aquello de lo que pueda absorber el mínimo gesto creativo. Hace unos días estaba leyendo un libro sobre las flores y sus herramientas de adaptabilidad, lo que ha propiciado la expansión de sus peculiares formas. En muchas especies, es impresionante la acción de retar su “condición de inmovilidad”. Es una manera de impregnar al mundo con infinitos diseños, y formas de habitarlo desde cada porción de suelo. Esto es algo que necesito para realizar mi trabajo: motivos, confirmaciones ajenas, reflejarme en las superficies de las cosas que leo, escucho, o apenas presiento.


Dayana Trigo. La máquina de Leedskalnin y otros relatos.2019

Dayana Trigo Ramos, La máquina de Leedskalnin y otros relatos, 2019.


De esta necesidad es que han surgido piezas como Horizontes concéntricos o La máquina de Leedskalnin y otros relatos.

La primera se basa en la intervención de un paisaje (en este caso, la masía de Canserrat y sus alrededores, en Barcelona) que gestiona un recorrido a partir de la manipulación de los elementos propios del lugar, los cuales, siendo apenas modificados, reaparecen en clave de revelación. La repetición de un color, una bombilla encendida adentro para iluminar afuera (a plena luz del día), o la reordenación de las herramientas habituales en el trayecto, etc., conforman un entorno enrarecido que se desdobla a través de un gesto ajeno a su naturaleza. Aquí, cada objeto seleccionado, colocado y recontextualizado, busca conformar un nuevo itinerario y una nueva arquitectura de lo natural en relación con el espacio.

En la segunda, estas combinaciones se dan como resultado de una cuidadosa planificación, que comenzó por la búsqueda de construcciones realizadas a partir de causas amorosas. En este caso, la alteridad intrínseca de la información me llevó a establecer vínculos estructurales, algo que, desde el video, me atraía por referentes como Harum Faroki. Este modo de abordar la información me permitió adentrarme en el espíritu originario de las causas, así como en los aspectos materiales de su realización; en sus concavidades, sus accesos, sus decoraciones, sus relatos y sus personajes; aquellos que han dejado, con su habitar y con su ausencia, los rastros de una arquitectura sensorial que acabó siendo el motivo central para el ensamblaje de espacios y de los relatos entre los espacios.

Puedo decir que en La máquina de Leedskalnin… de lo que se trata es de recomponer el vacío del espacio como vía para devolverle su fuerza de intimidad.

De esta manera ocurre el vínculo con el espacio, el feeling.

Ahora estoy en busca de herramientas que continúen sorprendiéndome. Herramientas que me acerquen a lo oculto de objetos, relaciones, materias y espacios. Herramientas que me dejen disfrutar del goteo de la “imaginación inventiva” que se manifiesta en mí esporádicamente, y que me permite reconocerme.


Dayana Trigo Ramos

Dayana Trigo Ramos (La Habana, 1990).




#reinicioenfrío con Lisandra Isabel García - Evelynn Alvarez

#reinicioenfrío con Lisandra Isabel García

Evelynn Alvarez

“Insistir en un mismo pensamiento, expresado de distintas maneras, ha sido una estrategia presente en mis trabajos. La reiteración de temas, imágenes, materiales y otros recursos expresivos puede asumirse como una especie de “fórmula bien formada” donde todas las interpretaciones siempre conducen al Yo”.


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