Cuando en Jerez de la Frontera, Andrés, un fotógrafo de La Agrupación Fotográfica Jerezana me regaló una jaba de rollos vencidos que me hizo llegar con Juan, ninguno de nosotros sabíamos la felicidad que esto me iba a generar.
Guardé todos los rollos en una gavetica del refrigerador y pensé: haré una serie para Legna, haré las fotos que a ella le gustan.
Esa gavetica de refrigerador llena de rollos ha sido un lugar de paz en los últimos meses. He pasado horas inspeccionando rollo por rollo, catalogando, oliendo y explicándole a Legna que son como caramelos y que la boca se hace agua.
Con Legna en la punta de la mente hice todas estas fotos.
Cuando la extraño demasiado salgo a caminar y a buscarla y cada disparo es un alivio. Fotografío todo lo que me atrae y voy pensando en ella, siempre.
Un amigo me prestó la cámara, el mismo amigo me reveló algunos rollos, otro amigo me los escaneó y lo agradezco enormemente, porque no creo que haya habido algo más necesario en este tiempo.
La cordura (o la locura) y el amor son estas imágenes.
Diles que eres mía
Todo el que vea mi foto habrá escrito TE AMO en una pared de la ciudad, de la misma manera en que yo estoy escribiendo TE AMO, sin haberlo escrito.
