En un tiempo donde los algoritmos persiguen tendencias y la atención se diluye, lo que sigue importando es el trabajo lento de construir una vida al servicio de la expresión.
En un tiempo donde los algoritmos persiguen tendencias y la atención se diluye, lo que sigue importando es el trabajo lento de construir una vida al servicio de la expresión.
Deberíamos dejar a los basureros que nos gobiernen: peor que la actual dirigencia del país no lo van a hacer.
Esperar que a partir del 20 de enero las aguas vuelvan a su nivel y la retórica de perros ladrándose patio de por medio vuelva a ser lo corriente.
Las experiencias adquiridas durante la perestrunka le sirvieron al Estado cubano para rearticularse frente a la nueva realidad poscomunista.
En un tiempo donde el mundo se desmorona y los sistemas fallan, ‘Genethliacus’ parece recordarnos que nacer es un gesto de resistencia.
La Revolución ha sido domesticada, pasteurizada, convertida en música de fondo para la sobremesa.
Silvio fue eso, un comodín ante el cual la Revolución crecía o se desmoronaba.
“Bájate un poco las mallas”, le sugiere el ministro a la modelo, “para que el agente vea cómo sale volando el cuervo”.
‘¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya el castrismo?’ es un libro importante, que quiere desentrañar entre lo fatídico y lo consustancial del destino de una nación fallida.
Aunque no lo parezca, en esa felicidad fascinante está la clave de la invasión militar de Moscú a Ucrania, una especie de limpieza dental que ya se estaba incubando en mayo de 1963.
Keila Vall de la Ville (Caracas, 1974). Escritora y antropóloga. Fundadora del movimiento Jamming Poético y coeditora de las plaquettes ‘Mermeladas para llevar I, II y III’, y de la antología ‘102 Poetas en Jamming’. Además, es autora de la novela ‘Los días animales’.
El dolor de una familia canadiense por la muerte de su padre en Cuba se agrava tras recibir un cadáver equivocado, lo que ha desencadenado una búsqueda aún sin resultados del cuerpo del fallecido.
Ante mis ojos la imagen se imponía. Debo capturarla, pensé y saqué el móvil con cautela de mi bolso, para que el señor no se diera cuenta de que sería fotografiado.
El alivio de Ucrania por poder luchar para vivir un día más también se mezcla con la inquietud por la futura ayuda de Estados Unidos.
La ley SB4 de Texas desata el miedo, ya que permite una dura aplicación de la ley de inmigración dirigida por el Estado, con la posibilidad de separar familias.
Biden anuncia más de 500 nuevas sanciones contra Rusia, dirigidas a su economía, industria de defensa y entidades de apoyo.
El planteamiento de Trump pasa por gravar las cuantiosas dotaciones de las universidades privadas, inspirándose en su ley fiscal de 2017.
Los civiles comienzan la evacuación de Gaza a Egipto tras los intensos bombardeos israelíes. Un acuerdo mediado por Qatar ofrece un atisbo de esperanza a la crisis.
Nadie escuchaba. Nadie escucha aún. Lamentablemente hoy, por lo teatral en el discurso, todos hablan, o publican, o cantan, o pronuncian.
Me encantan las nuevas nomenclaturas para referirse a Miami. El epíteto “geografía no tan lejana” proviene de la nota del Granma con motivo del Premio Casa de las Américas otorgado a Abel González Melo. Los términos de “ciudad menor” y “oasis miamense” se los debemos a Jorge Peré.
Solamente a Manolo, revendedor de periódicos en el agromercado de 19 y 42, le he escuchado plantar cara a tal imaginario: “La cosa en Cuba no está mala por culpa de Trump, él llegó a esta película hace poquito y cuando se vaya la cosa seguirá igual de jodida”.
Jorge Luis Arcos conversa sobre las principales coordenadas de la obra de Lorenzo García Vega.
Yo dibujaba con café, con tierra. Hacía una pasta machacando pastillas de los medicamentos que son de colores, como el timerosal, el yodo, el alusil para la acidez.
“Ser artista cubano te pone siempre bajo la égida de lo político: se espera cierta responsabilidad, cierta actitud. Pero esto está presente también en otras partes del mundo: los artistas, en especial los más conocidos, se convierten en la voz de los que no pueden o no saben hablar, y eso conlleva una alta responsabilidad”.
“Desde una práctica constructiva, la crítica se basa en fundamentos que apoyan. Lamentablemente, también puede tener propiedades corrosivas: por necedad, hipocresía, egoísmo o complacencia. De ahí la importancia del criterio propio, para saber hallar opiniones certeras y responsables”.