El régimen de Daniel Ortega cierra la universidad Unacad y nueve ONG, elevando el total de disueltas a más de 3.550 desde las protestas de 2018.

El régimen de Daniel Ortega cierra la universidad Unacad y nueve ONG, elevando el total de disueltas a más de 3.550 desde las protestas de 2018.
Insatisfechos de no poder hacer arte, sino de perpetuamente pensarlo y sopesarlo, queríamos pasar a la acción.
¿Por qué desaprovechar un espacio como Galería Taller Gorría, cuando existe el acceso a proyectos y colecciones dedicados a estudiar y coleccionar producciones ‘outsiders’ en este país?
La inmigración se perfila como el tema central de las elecciones estadounidenses de 2024, en medio de una alta polarización política.
Las bases de espionaje y el intercambio de inteligencia refuerzan la defensa de Kiev en el conflicto actual.
Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.
“Pájaros de las tardes del campo o la ciudad, / no importa, repetidos están en la memoria. / Alas ansiosas atraviesan mi pecho como navajas finas. / Desvanecido el día y sus deberes, yo comienzo”.
Rusia prohíbe la entrada a más funcionarios de la Unión Europea, ampliando su “lista de exclusión” a cerca de 200 nuevas entidades y personas.
Biden anuncia más de 500 nuevas sanciones contra Rusia, dirigidas a su economía, industria de defensa y entidades de apoyo.
“El compromiso desde lo que no nos pueden quitar: la capacidad creativa y la libertad de pensamiento, lo hemos visto y se ha vivido hace poco, el pasado 27 de noviembre. Si los creadores están en la frecuencia del presente, entonces el poder se quiebra. Eso es lo que mejor podría hacer un arte contemporáneo inclusivo”.
“Me atrapa la idea del debate y de estar en constante cuestionamiento. Pueden ser filtros que hacen que tu trabajo sea más compacto. Te nutre de numerosas posibilidades para analizar la obra, en consonancia con las líneas a tener en cuenta para un artista contemporáneo”.
Su motivación era solo una: lograr que Cuba fuera un país más justo. En medio de la madrugada, cuando todos dormían, la vigilante se colaba por la ventana, agarraba una almohada y se subía encima de alguno de los corruptos que sobraban en el ambiente: un viceministro, un director de empresa… Y los dejaba sin aire. Los ahogaba.
Comencé a escribir en el iPhone. Me reconocí por primera vez en tanto tiempo. Y desde entonces escribo poemas y pequeñas prosas contando mi experiencia en el hospital, captando los balbuceos de aquellos días, mi delirio y mi lucha por seguir aún aquí, torpemente respirando.