Amaury Pacheco: Una Cuba hecha de los sueños de todos

Poeta y artista del performance, Amaury Pacheco es creador y fundador del multidisciplinario grupo OMNI Zona Franca, que revolucionó el panorama artístico del barrio de Alamar con la creación del festival Poesía sin Fin. Durante años, Pacheco ha mantenido su ejercicio creativo y cívico desde la trinchera del arte independiente. Su intervención contra el Decreto-Ley 349 lo convierte en uno de los fundadores del Movimiento San Isidro.

Hoy, en su guarida en Alamar (casa-galería Bloque del Este), tenemos una conversación. Un encuentro con el hombre sabio que muchos jóvenes creadores vemos como el gurú de los movimientos artísticos independientes en la Isla. 

Haremos un ejercicio de replantearnos la realidad cubana. Trataré de crear un camino de preguntas, para que Amaury vaya solidificando, desde su experiencia, una visión sobre el futuro de nuestra nación.

¿Cuáles serían los pros y los contras en caso de que, tras la dictadura, se instaurase en Cuba un gobierno conservador o de extrema derecha?

Muchas cosas pueden venir después de que termine este tiempo de dictadura. Ahora es el momento de resolver cualquier situación problemática para el futuro en nuestro país. Gran parte de la civilidad cubana, sobre todo los artistas y los activistas, están visibilizando los problemas reales de Cuba.



Por más de seis décadas, hemos estado bajo a un gobierno conservador y autoritario, que ha maltratado a los homosexuales y a todas las personas que han tenido un planteamiento diferente a la ideología del Partido Comunista. Más que proyectarnos hacia el futuro, habría que concentrarse en la actualidad, porque el futuro se construye aquí, ahora. El espacio público está siendo tomado, no solo para debatir sino también para posicionar, a través de campañas cívicas, temas que afectan nuestras vidas ciudadanas, temas que son peligrosos para los gobiernos conservadores. Hablamos de discriminación, de libertades artísticas, sexuales, religiosas, que han sido secuestradas durante años… 

Con nuestras voces y nuestros cuerpos, podemos restaurar y construir la Cuba que soñamos. Frente a cualquier gobierno, la sociedad civil organizada tiene la misión de sostener el debate público y el posicionamiento cívico activo.

Me gustaría preguntarte sobre un tema muy debatido en los últimos tiempos. Como representante de la comunidad de artistas independientes, y padre de familia, ¿tú estás a favor del matrimonio igualitario? 

Yo estoy a favor del matrimonio igualitario; es parte de las batallas que hay que ganar. Los cubanos hemos estado cerrados a este tema, que es parte del debate mundial. Gracias a Internet, hemos podido incorporarlo y traerlo a suelo nacional, pero esto no implica una aceptación rápida del asunto; antes pasa por el sistema regente: la idiosincrasia del cubano y la multiplicidad de actores sociales que han surgido en estos últimos tiempos, y que se unen y se contraponen entre sí. Por eso creo en campañas bien diseñadas, que sean creativas y que informen, desde el espacio cultural, acerca de las múltiples opciones que tenemos como seres humanos. 

¿Cuáles serían las razones por las que la dictadura cubana aparenta ciertas libertades? Por ejemplo: el supuesto reconocimiento a la comunidad LGBTIQ+, o un asunto tan debatido como la legalización del aborto. 

Traen estos temas para vender que en Cuba hay cambios; es una manera de lavar la imagen de la dictadura con maquillaje. Los cubanos conocemos perfectamente las falsas intenciones de este gobierno. 

Durante todos estos años, la dictadura ha sido ejemplo de censura y manipulación de la realidad cubana. Utilizan estos temas, que son actuales en el mundo, para atraer la atención sobre una imagen de cambio; pero es solo una cosmética bien pensada, deliberada, para dar una apariencia de renovación a un cuerpo demacrado por la ausencia de libertades. 



Hay una oposición cubana inclinada a la derecha conservadora; en un futuro, ellos podrían tomar decisiones como prohibir el aborto. ¿Cuál crees tú que sería la posición de los artistas y los defensores de la democracia?

Pienso que la posición de los artistas se está viendo desde ahora. En el trabajo que estamos haciendo dese ahora, para revertir imposiciones gubernamentales. La campaña contra el Decreto-Ley 349, o el movimiento LGBTIQ+, todas estas cosas ponen a los extremos en colapso.

La claridad de los artistas radica en lo poético: nos da la proyección de mirar al futuro sin dejar el presente. El dominio y control de un gobierno sobre el cuerpo, sobre el espacio público, y cuantas cosas puedan hacer libre al humano, es una aberración. El gobierno cubano es un gran ejemplo de lo que es una aberración. En una visión global, habría que poner todos los puntos para poder tener una discusión real sobre el tema. Creo que cualquier gobierno sobre el cuerpo es un dominio fascista.

¿Crees que existe actualmente racismo en Cuba?

El negro tiene menos oportunidades en la sociedad cubana; hay racismo real. El tema de los problemas de las comunidades negras en Cuba siempre ha sido desplazado por el gobierno, por el temor que les han tenido a las revueltas negras desde la revolución haitiana. 

Apoyar la liberación de África, y el trato con políticos negros norteamericanos, fueron estrategias del gobierno cubano; esto ha hecho que no se mire lo que sucede con el negro en Cuba. Es un tema que tiene que estar unido a todos los demás temas que están saliendo. Todos los cubanos hemos sido negros frente al régimen, pero dentro de todas estas capas de discriminación están los de la raza negra. 



El racismo es un tema dentro las luchas civiles y políticas que se ha mantenido eclipsado, y sobre el cual hay mucho que trabajar: las comunidades más empobrecidas, la mayor población carcelaria, las mujeres más discriminadas, los jóvenes y estudiantes con menos oportunidades, son consecuencias directas del racismo histórico y estructural en que aún vivimos.

¿Cómo se define hoy Amaury Pacheco dentro de las coloridas tendencias políticas del ámbito internacional? Entre liberales, conservadores, demócratas, socialdemócratas, comunistas, nacionalistas…

Yo soy un poeta, alguien que poetiza su realidad, que busca la imagen bajo cualquier costo: la imagen como motor, la imagen como la causa secreta de la historia. Soy una metáfora bien puesta buscando que florezcan múltiples posibilidades allí donde se necesitan. 

En el año 2019, el Movimiento San Isidro hizo un concierto titulado Legalizar la verdad. Entro otros temas, tocaban la legalización del cannabis. Algo poco usual, incluso para los artistas que tienen una visión crítica de la realidad. El tema de la legalización de una sustancia cuyo uso debe ser decisión personal de cada cual, es un tabú. ¿Qué piensas tú sobre esto? 

Todo lo que estamos tocando en esta conversación son los temas que están en la palestra mundial: estamos en consonancia directa con lo que está pasando. No como antes, cuando la Nación estaba cerrada a todo lo que sucedía afuera. Sacar estos temas adelante, debatirlos públicamente, va a democratizar la mente del cubano. 

Para vivir en democracia es importante debatir todo el tiempo, todo lo que creamos que nos ofrece libertad tenemos que batallarlo. Yo pienso que la marihuana debe despenalizarse en Cuba, y esto puede servir para que se creen espacios de emprendimiento. 



¿Crees que estos temas nos ayudan a los cubanos a despertar de nuestra enajenación? ¿Por ejemplo, todo lo que está pasando con los derechos de los animales y el ecosistema?

Cuando visitó nuestro país, el papa Juan Pablo II dijo: “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Yo pienso que el cubano debe abrirse a sí mismo. Esto implica una doble mirada: esta mirada de civilidad orientada al espacio público, que es en definitiva al que van a parar todas las demandas, pero también una mirada hacia adentro, una autovaloración, un autorreconocimiento y una autoliberación… A nosotros nos hace falta eso.  

¿Cuál crees que ha sido el impacto más grande que ha causado la campaña contra el Decreto-Ley 349? 

No pudiera mencionar solo un impacto: la suma de pequeñas victorias, a lo largo de toda la campaña, constituye el éxito en sí. Sentamos un precedente cívico y el comienzo de un nuevo ciclo en las luchas; se utilizaron nuevos procedimientos que resultaron ser efectivos; las redes sociales se establecieron como plataformas catalizadoras de nuestras opiniones; se logró la conexión entre activistas y organizaciones cubanas; se posicionaron los derechos artísticos y culturales dentro del panorama de los derechos humanos, no solo en Cuba sino en América Latina; y el contagio hizo que brotaran en la Isla nuevos actores con sus propias agendas sociales, políticas y cívicas. 

Ahora sí te hablaría del impacto mayor e inédito: por primera vez, el gobierno cubano hace una pausa y frena públicamente la imposición del Decreto. Esto fue lo que demostró realmente el impacto.  

Yo considero que tú eres un remendador de espacios fragmentados: la oposición política y el arte. ¿Qué piensas al respecto? 

Como dice el versículo bíblico: “No debemos echar vino nuevo en odres viejos”. La Cuba que construimos a diario debe partir de nuestras experiencias individuales y de los aprendizajes que tenemos como Nación. Es una Cuba nueva, o así me gusta verla. Para que sea con todos y para el bien de todos, debe estar hecha de los sueños de todos; no deberíamos excluirnos ni simplificarnos, porque somos en realidad diversos y complejos. 

La cultura no separa: nos comprende. Me decía un poeta que en materia de cultura no hay pueblo subdesarrollado. El mirar desde los mundos poéticos es una pluralidad en sí. Allí habitan todas las posibilidades juntas. Ensayarlo es otra cosa: es el cómo, y en eso estoy. 

La cultura no separa: nos comprende. Me decía un poeta que en materia de cultura no hay pueblo subdesarrollado. El mirar desde los mundos poéticos es una pluralidad en sí. Allí habitan todas las posibilidades juntas. Ensayarlo es otra cosa: es el cómo, y en eso estoy. 




Adonis Ferro

Adonis Ferro: Cada piedra ocupa el mismo espacio

Katherine Perzant

Fui al Ministerio de Cultura como quien va buscando algo que no sabe, y así sucede también mi trabajo. Llegué y tuve una experiencia hermosa: la unión de personas, lo que creo es el destino del hombre. Esa unión era un reflejo de personas con diferencias, a favor de los proyectos políticos que se están erigiendo en Cuba en ambas partes.





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