En un contexto de extrema politización del arte y los artistas, ¿cómo aportar valor artístico al empobrecido contexto cultural sin tener que tomar parte de la oficialidad o la disidencia?
La vara de tumbar gatos (II)
Siempre quise tener pareja y vivir tranquila sin salir de la casa viendo películas y leyendo pero tengo un problema de compatibilidad.
Réquiem teatral por la Milanés
Una mujer rebelde que usó las palabras como arma de liberación, en tanto arrastró con pesar la vida que había sido pensada para ella, su gran cruz.
Crónica de un secuestro. Entrevistar a UPS!
Pensaba que las notitas de amenazas bajo la puerta eran una broma de mal gusto. También el DM en Instagram como respuesta a mi texto sobre la fiesta del agua: ‘Te vamos a partir las patas’.
Yaya Panoramix
Yaya Panoramix (Santiago de Cuba, jueves 26 de diciembre de 1985) es hija de un guardaespaldas, nieta de un coronel, pero no tuvo ningún privilegio, puntualiza. Más que influecer, se define como “simplemente foquera”.
Un aire con olor a saliva de niño
Necesito un refugio: alguien debe darme una palabra para anular el miedo… El duende no llega si no ve la posibilidad de muerte, si no sabe que ha de rondar su casa.
Lo más reciente
Arte cubano: entre The Matrix y El silencio de los corderos
Hace dos días que voy y vengo entre espacios virtuales: el Facebook personal de David Mateo; Hypermedia Magazine, revista que sigo con mucho interés; y El Sr. Corchea, blog de Elvia Rosa Castro. Al final salgo convencida del auténtico gesto de Henry Eric Hernández. Y con respecto a Art Crónica, creo que cuando el río suena…
Por la victoria de la raza negra en el cosmos
Sigo viviendo en un barrio de negros. Hay delincuentes, sí, pero mis conflictos, hasta ahora, son únicamente con los dictadores blancos.
Homenaje a Joyce
… el arte esta secuestrado por las políticas de mercado dice Ticio Escobar y quizás él vive de eso ay qué miedo Ticio me va a planchar si lee esto el arte es seso el sexo arte es lo que recomendaría James Joyce me apropio malamente del Ulises…
Barbarella DʼAcevedo
Yo estuve ahí. Llámeme si quiere la mujer sin nombre. Ninguna de nosotras tenía nombre cuando estaba a su lado. Y estuve para llorar su muerte en día que debió ser de fiesta y gozadera.