No hay peor astilla que la del mismo garrote. Y después se preguntan por qué las campanas han doblado por Trump.

No hay peor astilla que la del mismo garrote. Y después se preguntan por qué las campanas han doblado por Trump.
Una radiografía histórica, necesariamente breve y superficial, sobre lo que ha significado desde 1959 vestir a la moda en Cuba.
WLRN: “El senador por Florida Marco Rubio insulta vergonzosamente a las víctimas reales de las dictaduras al comparar la condena de Donald Trump con las injusticias reales de regímenes como el cubano”.
No sé nada de exilios. Todo lo que fundé quedó atrapado en La Habana bajo el peso insalvable de la dictadura.
—Ya entiendo… ¿Tiene que ver con mi negativa a participar en las Guerras Africanas? ¿Es eso?
—Eso mismo. Espero que comprenda.
Para coordinar la visita a Luis Manuel, los teléfonos del Departamento de Gestión de Establecimientos y Prisiones son: +53 57 8583604, 7 8583479 y 7 8583455.
Maestra y juglar, es ella la más hábil titiritera de las increíbles historias que cuentan cada una de sus canciones.
Alejandro Hernández ha guionizado parte de su vida y experiencias en historias universales, en una trayectoria que tuvo su génesis en Cuba.
El ODC entiende este Congreso como un evento orquestado e instrumentalizado, que pretende proyectar la mentalidad de plaza sitiada tras la que el poder político se escuda.
¿Qué crees que podamos hacer desde la sociedad civil para demandar a las instituciones internacionales el derecho a investigar qué sucedió realmente dentro del museo Fidel Castro?
Janet Batet y Andrés Isaac Santana comparten más de un criterio y una admiración confesada. En cambio, no logran ponerse de acuerdo cuando se trata de enjuiciar el arte producido en la Isla. Donde uno prodiga dádivas, la otra se muestra reacia y llevada por el sarcasmo. Si se tratase de hallar un criterio de verdad, ¿dónde encontrarlo?
El equívoco es parte de nuestra naturaleza insular. Y además el ridículo, que nos salva de ser invisibles. Y cuando pensamos en esas ventajas, tan útiles para el arte y la política, llegamos a otra palabra querible y exacta: la desilusión. La desilusión del Almirante, la primera desilusión. Y faltaban muchas otras por venir.
Heberto Padilla aprovechó su condición de chivo expiatorio para protagonizar una farsa que era, también, una llamada de auxilio ante los ojos de Occidente.
La ONU exige un alto al fuego inmediato en Gaza mientras el número de muertos supera los 10 000, entre ellos más de 4000 niños.
Nicaragua se encamina hacia la dictadura mientras el presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo aprietan el cerco, subvirtiendo la democracia con la economía bendecida por el FMI.
La frontera estadounidense registra un aumento de migrantes procedentes de Asia y África, triplicándose las detenciones a medida que se expanden las redes mundiales de contrabando.
Nepal suspende los visados de trabajo a Rusia y Ucrania tras la muerte de al menos 10 mercenarios y la desaparición de otros 100.
El huracán Idalia, amenaza la costa del Golfo de Florida. Con vientos de 130 mph, marejadas sin precedentes y regiones como Big Bend en su trayectoria, se están llevando a cabo evacuaciones urgentes.
La periodista Elise Swain protagoniza un viaje a los secretos de la tristemente célebre base militar.
La orden de combate del gobierno cubano el 11 de julio se ejecutó con mayor rigor contra los que el propio Miguel Díaz-Canel llamó “marginales”, que no son más que aquellos más humildes.
La escena del árbol con Carlos Massola y Mariana Alom tiene menos de dos minutos en pantalla y tardó seis días filmarse debido a la luz.
El fin del mundo, o el fin de la civilización, es una de las más grandes obsesiones masoquistas de una humanidad que no deja de coquetear con su destrucción irreversible. Las resonancias mitopoéticas y artísticas del apocalipsis juegan el rol placentero de una parafilia: la asfixia erótica.
Julio Hernández Cordón nació en Estados Unidos en 1975, de padre mexicano y madre guatemalteca. Siempre ha sido un referente para mí, una fuerza infinita para poder hacer cine, aunque no tengas ni un peso. Su obra es difícil de catalogar, pero lo que nadie puede negar es que en sus imágenes hay una bomba tremenda.